Arte


Presencia Andina En la Pintura Peruana

La fundación de la Escuela Nacional de Bellas Artes en el año de 1918 fue todo un acontecimiento importante en la vida cultural del País y decisivo para el desarrollo de las artes plásticas que utilizó una metodología académica importada de Francia. En Lima el nacionalismo en las artes se veía venir cuando José Sabogal expone sus obras en el año 1919 causando un gran escándalo en el circuito cultural debido a su temática andina, ganándose el desprecio del público de una Lima todavía amante de lo académico. En 1920 fue nombrado profesor de arte y en 1932 llega a ser Director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, encontrando un espacio propicio para promover los temas costumbristas y el paisaje peruano con una nueva propuesta estética que le valió el sobrenombre de “pintor de lo feo”.
José sabogal y un grupo de alumnos suyos como Julia Codesido, Enrique Camino Brent, Camilo Blas y otros, comenzaron a pintar personajes y paisajes andinos, el cual fueron bautizados con el nombre de “Indigenistas” convirtiéndose en un movimiento nacionalista que permitió el nacimiento de otras propuestas artísticas en la fotografía, teatro, escultura y la literatura, en Lima y Provincias.
El nacionalismo pictórico arraigado todavía en algunos jóvenes valores de la plástica actual y en maestros de otras generaciones que siguen fiel a esta movimiento con diferentes técnicas pero con una gran fuerza telúrica cuyo motivo sigue siendo lo andino.
Para nuestra galería de arte “Sérvulo Gutiérrez” es gratificante presentar a un grupo de artistas plásticos que siguen con tesón e hidalguía, orgullosos de sus propuestas de temática andina en pleno siglo XXI lleno de vanguardismo en ebullición.

Victor Salvo, Quispejo, Alex Castro, Cardac y Miguel Camargo forman parte de ese grupo denominado “Presencia Andina” que vienen exponiendo no solamente en el Perú sino también en el extranjero, cada uno con su personalidad bien definida en su obra, obteniendo reconocimiento por la critica especializada y premios en diferentes concursos nacionales e internacionales que han participado.
Victor Salvo es un pintor expresionista cuya obra esta impregnada de imágenes y personajes mitológicos que se entrelazan entre si, que brotan de un pincel con fuerza indomable y telúrica.
Quispejo un artista que presenta a sus personajes andinos en meditación dentro de un paisaje costeño, una necesidad imperiosa que tiene el artista de integrar 2 mundos diferentes Sus obras de colores suaves y cálidos están delineadas con una geometría precisa.
Alex Castro un artista plástico cuya obra refleja una simbiosis entre el hombre y su entorno en búsqueda constante de una nueva realidad del ande y del habitante de las alturas.
Cardac dueño de un paleta vigorosa y entrega total a su trabajo de connotaciones mágico andinas, virtuoso con el pincel y la espátula que le permite expresarse con colores de gran luminosidad.
Miguel Camargo es dueño de pinceladas impecables buscando que sus colores cálidos, vibren con luminosidad y que su obra trascienda lo cotidiano y citadino. Un artista con mucho oficio y entrega profesional a su trabajo .
Presencia Andina es la conjunción de propuestas diferentes en un solo proyecto, fortalecer la pintura indígena, andina y costumbrista en una reorientación de la pintura rural o campesina de sabor ancestral.
Esperamos contribuir a este logro presentando “Presencia Andina” a un público ávido de nuevas propuestas., un colectivo cuyas intenciones es de seguir forjando un arte “nacional”.

Román Alvarado Cano.
Galería de Arte “Sérvulo Gutiérrez”





Coloreando los Andes
Artistas reivindican lo local por sobre las estéticas europeas
Ponen de relevancia lo indígena en un diálogo con tradiciones nacionales


por Miguel Ángel Vallejo S.





Aunque las corrientes actuales apelen a una notoria mezcla de elementos, entre lo popular, la cultura de masas y los referentes cultos, lo indígena no ha desaparecido de los lienzos. Como prueba de la vigencia de esta temática y estética está la colectiva Presencia andina en la pintura peruana, a cargo de los artistas Miguel Camargo (1941), Julio Quispe (1945), Cleto Carpio (1953), Víctor Salvo (1955) y Alex Castro (1959). Cada uno de ellos se apodera de cierto prototipo cultural, geografía, las actividades identificadas normalmente con lo indígena. Los creadores han construido estéticas en que si bien predominan los temas andinos, como campesinos, personajes míticos y fiestas tradicionales, no se mantuvieron aparte del manejo de la técnica y las vanguardias occidentales.

El indigenismo de nuevo
Por ejemplo, Camargo explora los contrastes entre sus iglesias blancas y coloridos paisajes cusqueños y puneños. Asimismo, utiliza difuminados para personajes en movimiento, con la luz del cielo sureño.

Quispe trabaja formas cubistas, con apariencia de piedras coloridas y donde cada bloque pareciera tener vida. Carpio, por su parte, mantiene un balance entre figura y paisaje abstracto. Es un “universo mítico”, en opinión del crítico Julio Pastor Mellado.

Salvo explora las tradiciones de Yauyos en un toque neoindigenista, pero trabajando sobre el nuevo rostro urbano. Así, en su mestizaje prevalece la fiesta andina. Castro tiene un mayor fin descriptivo, en un trabajo más sencillo de las formas y con una luz impresionista. Así, estos creadores se mantienen en un neoindigenismo que, si bien es mestizo en técnicas y estilos, mantienen el interés por construir una estética andina. Que los apus tutelares los guarden.

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